Oyente Solitario- El Hilo de la Mentira. Editorial ¨Locas Pasiones¨AM 1110

A partir de este momento, como cada miércoles a las 13hs en punto, transmite la cadena nacional de emisores indignados.

Habla al país «el oyente solitario»

Señores pasajeros de este bondi a ninguna parte, buenas tardes. Soy, como la mayoría de ustedes seguramente, un busca más, alguien que sale cada día a tratar de vender lo que puede, lo que hace, lo que sabe o lo que consigue para sobrevivir. Un busca,  argentino típico que se sube a trenes equivocados de  los que se baja casi siempre a mitad de la noche en estaciones desoladas. Un riesgo  que se agrava con el tiempo porque, como se sabe, los trenes funcionan cada vez peor. O no nos llevan adonde nos prometieron ir, o se incendian con cualquier chispa de bronca o, ya sin frenos, acaban estrellándose.

Pero hoy, directamente de la fábrica que inventó la democracia, les traigo a precio de saldo el mejor invento de los dioses para librarse al menos de la mufa que provoca, al cabo de los años, comprender que uno ha sido engañado nuevamente como un gil. O, si se me permite la expresión, como un boludo. O, peor aún, como un pelotudo.

Porque, señores, pasajeros, así se siente cualquier mortal cuando lo estafan o lo chorean, ya sea un punga en el colectivo, un vivo que vende fantasías o un político que subvierte con palabras de hoja afilada las esperanzas de la gente y las recorta en tiritas de decepciones o consignas sin sentido.

Así, por ejemplo, señores pasajeros, cuántas veces en estos años, les han tocado el corazón y el bolsillo con la palabra «patria» y cuántas más les han dicho que todo lo que se hace es por el bienestar del «pueblo» y de los compañeros «trabajadores». Dirigentes, funcionarios, sindicalistas, se llenan la boca y los bolsillos en nombre de la defensa de esos intereses. Una lucha que, al parecer, nunca termina, porque hace ya quince, veinte, treinta años que los mismos “compañeros”, desde un Cavalieri, hasta un gordo Lezcano, pasando por un Gerardo Martínez, que nunca trabajó de albañil pero ya sacrificaba gente del gremio de la construcción como informante de la dictadura, todos ellos siguen ahí, sufriendo por todos nosotros.

Y encima hay que reconocerles  y agradecerles el esfuerzo, porque, claro,  ?quién? , ¿qué grupo o persona, qué salvaje mercenario, podría oponerse a nada cuando se trata de defender los intereses del pueblo, de la patria o de los trabajadores?

Así, la vida pasa a toda velocidad por las ventanillas de este tren. Y en el viaje uno pasa también, de joven adherente a convencido sostén adolescente, a adulto ligeramente desilusionado, a mayor completamente descreído y de ahí a putear, a sentirse un gil, un boludo y finalmente un pelotudo. En un ciclo que se repite. Una vez. Y otra vez. Y otra vez. Y otra vez.

Pues bien, señores pasajeros, directamente desde  Grecia, aprovechando que ellos están ahora de liquidación, o liquidados como estábamos nosotros en los 90, les ofrezco el antídoto ideal contra la mordida de las serpientes políticas, aquí lo tienen, es “El hilo de la mentira”, como pueden ver un resistente hilo de nailon que además de registrar mentiras puede ser usado  como fina tanza resistente si se decide  ir unos días a pescar en el río revuelto de las declaraciones.

Y como si esto fuera poco, a los primeros compradores, directamente de fábrica, les regalamos la versión ácida del hilo para ser usada como líquido quitamanchas de la mierda que se va acumulando en nuestros oídos y en nuestra memoria.

Yo, el oeyente solitario, se los garantizo, y puedo dar una prueba de satisfacción por sus resultados. En menos de un minuto les reconozco, ya mismo, cinco mentiras actuales.

1)      Mienten a la vez Clarín y el gobierno, cuando se acusan mutuamente. Clarín fue cómplice de todos los gobiernos para agrandar su poder, bajó línea, volteó ministros, hizo lista negra de actores, de políticos, atacó sin razones a quienes se oponían a sus intereses.

2)      Pero los Kirchner eran amigos de Clarín cuando Néstor les aprobó la licencia de Multicanal y Cablevisión y contribuyó a fortalecer el monopolio que al que ahora denuncian.

3)      Mienten los Kirchner ahora o mentían antes, cuando apoyaron la privatización de YPF

4)      Mienten los Kirchner ahora o mentían antes cuando decían que Menem era el mejeor presidente de la historia

5)      Mienten Guillermo Moreno y el Indec con el índice de inflación.

¿Y? ¿Qué me dicen? Y no es una virtud personal, no crean señores pasajeros que es un libreto estudiado, cualquiera sabe de estas mentiras. El problema es que uno no puede dedicarle todo el día al asunto de detectar mentiras. ¿Cómo hace un ciudadano común, un laburante, para leerse todos los diarios, escuchar todas las radios, mirar los programas de televisión, bancarse las cadenas nacionales, con el único propósito de registrar en su memoria a los que mienten para asegurarse de no volver a creerles. Estar todo el día ahí, sentado, diciendo: mentira, es mentira, mentís, ayer decías otra cosa, mentira, mentira, no te creo, hace diez años decías otra cosa. Sólo con un tipo como Aníbal Fernández, da para juntar un depósito de mentiras.

Así es como se entra en ese laberinto del que después no se sabe cómo salir, porque por una lado no se puede vivir recordando todas las mentiras, pero otro tampoco se pude vivir rodeado de falsos que nunca dicen una verdad.

Para eso, señores pasajeros, vengo a ofrecerles, casi por nada, el invento de los dioses, “el hilo de la mentira”

Cómo les decía, se trata de un secreto de los capos  que apadrinaron el nacimiento de la democracia en la vieja Atenas. El nombre griego del producto, subtitulado en español como «El hilo de Ariadna» es importado y se comercializa en exclusiva en Argentina como «El hilo de la mentira» para no pagar derechos de propiedad intelectual y ofrecer así un producto al alcance del corazón sensible de la dama que intenta comprender y ayudar y también del puño cerrado del caballero, que quiere enfrentarse ya a la bestia.

Porque de eso se trata, señores pasajeros, de cómo entrar, y llegar hasta 2015, enfrentar a las bestias que controlan nuestro destino desde hace más de veinte años y lograr salir vivo del laberinto en el que nos meten constantemente.

Si me permiten abusar un poco más de su tiempo, quisiera recordarles que este producto de leyenda, en su versión original, está basado en sucesos mitológicos. En el prospecto que acompaña al rollito de lo que allá se llamó el hilo de Ariadna, el guionista, un tal Ovidio que al parecer era poeta, escribió una síntesis del argumento. Dice así:

En Creta reinaba el poderoso Rey Minos. Un día, éste prometió a Poseidón sacrificar aquello que el dios hiciera salir del mar, pero el toro blanco que salió era tan hermoso que Minos se negó a su sacrificio y se lo quedó en su rebaño.

Poseidón, enfurecido, hizo entonces que la esposa de Minos se enamorara del toro. Ella engañaba a Minos, se metía en una vaca de madera para poder curtir con el toro. Así fue hasta que quedó embarazada y dio a luz a un ser con cabeza de toro y cuerpo de hombre…

El Minotauro…un monstruo, una mezcla de Timerman y Debora Giorgi, así de feo

Tan avergonzado y temeroso estaba Minos de ese horrible ser, que mandó construir un enorme laberinto en el que hizo encerrar al minotauro. En cada novilunio había que sacrificar un hombre para darle de comer. Si no cumplían y el bicho se queda con hambre, amenazaba con salir a matar gente. Seguramente se proponía apretar jueces, mandar a la afip, cosas jodidas

Vayan tomando nota, señores pasajeros. Tenemos hasta ahora en esta historia, un laberinto del que cuesta mucho escapar y una bestia a la que, si no se le ofrecen sacrificios, sale y te destruye  todo.

Bueno, sigo….

Un día, el Rey Minos, que ya había sido engañado por su mujer con el toro blanco del que nació el Minotauro, recibió otra trágica noticia: su hijo acababa de morir asesinado en Atenas. Minos clamó venganza, reunió a su ejército y lo envió a Atenas para iniciar el ataque. Atenas, al no estar preparada, no pudo ofrecer resistencia y solicitó la paz. Minos, con severidad dijo: “Ta bien, pero con una condición: cada nueve años, Atenas enviará siete pibes y siete doncellas a Creta para entregar al Minotauro y pagar así la muerte de mi hijo”.

Sólo podría salvar a sus compañeros y librar de la condena a Atenas aquél que lograra matar a la bestia y salir del laberinto. Una hazaña aparentemente tan imposible como hacer una denuncia por corrupción, que el juez sea Oyarbide y que el acusado vaya en cana.

Pero como no hay relato de miedo que logre el control eterno de la historia, Teseo, el hijo único del rey de Atenas, ofreció su vida por la salvación de la ciudad.

La prisión de Creta, donde Teseo y los otros jóvenes fueron alojados como prisioneros, lindaba con un jardín donde retozaban en minifalda las hijas del Rey Minos. Una se llamaba Ariadna y la otra Fedra. Un guardia que estaba harto de ver morir pibes, le avisó a Teseo que la minita quería transar con él y ayudarlo. Recaliente, por la situación y recaliente con Teseo, Ariadna le dijo: “Toma este ovillo de hilo y cuando entres en el Laberinto ata el extremo a un palito, después lo vas desovillando por el camino, poco a poco. Así tendrás una guía que te permitirá encontrar la salida”.

La minita, Ariadna, era más rápida y ligera que Diana Conti para acomodarse en todos los gobiernos.

Y resultó nomas. La eficacia del producto quedó probada porque Teseo, alzado y caliente como estaba, llegó al centro del laberinto, se le animó al monstruo y le clavó el arpón, la espada hasta el cuello. Después, retomó el hilo y salió de ahí ganador, ancho y gordo como Lilita Carrio después de ser entrevistada por Morales Sola y Mariano Grondona a dúo.

La historia sigue y termina mal para los novios, Ariadna y Teseo, porque los griegos también inventaron la tragedia y no se bancan los finales felices.

Pero lo cierto es que el truco del hilito funcionó y se convirtió en una fábula ejemplar.

Y en producto, señores pasajeros. En un producto importado por la ong argentino griega «teseo el asiento» que se comercializa en bondis, sin intermediarios que remarquen el precio,  exclusivamente para pasajeros que ya han tomado todos los trenes  ideológicos que se ofrecieron y no han llegado a ninguna parte.

Como no caballero, en cuanto termino la demostración estoy con usted.

Porque, señores pasajeros, no quisiera ofrecerles el producto sin que ustedes puedan comprobar que efectivamente cumple con lo que promete ya desde su nombre: el hilo de la mentira.

Observen, miren mis manos, presten atención. Se toma la cajita, se saca el producto, el hilo de la mentira y se lo enrolla a una de las manos así como hago yo, a la altura de la muñeca, dejando sólo un extremo colgando. Y eso es todo.

En adelante lo único que hay que hacer es ir anudando las mentiras que se escuchan a diario y que cada uno puede registrar en su memoria, según su criterio de verdad. Es decir, si la acepta como lo que es, una mentira, o la justifica por alguna razón.

Hagamos la prueba con algunas que sepamos todos. A ver…

Señora, si usted, por favor, podría decirme si usted nota que aumentaron los precios de todo: ?sí? bien. Coincidimos entonces en que mienten con el índice del Indec. De acuerdo, entonces tomamos el extremo del hilo de la mentira y hacemos un nudito.

Es sencillo, ?no? Un nudito por esta mentira, un nudito más cuando te cuenta que ella es de clase media, un nudito más cuando te dicen que el que gana cincuenta dólares al mes es de clase media igual que ella, que tiene más de 80 millones en el banco y cobra 100 mil al mes. Un nudito más cuando acusan a otros de interesarse sólo por los dólares y vos recordás que él se compró dos millones de dólares justo antes de que aumentara el precio, y un nudito más cuando habla Abal Medina, y varios nuditos más cuando hablan Randazzo, Tomada, Anibal Fernández. Y así…con todos, con los que sigan, como en el tuiter.

La suma de nuditos hechos en su hilo de la mentira, siempre enrollado a la mano y conectado por wei fai a la memoria, los mantendrá alerta frente a cualquier nueva mentira que aparezca como supuesta verdad. Si tienen dudas, si suena una alarma, miran el rollito, la suma de nuditos, recuerdan, sonríen y se dicen: no te creo, me mentiste antes, porque debo creerte ahora.

Apoyaste la privatización de Ypf y me querés vender ahora la nacionalización en nombre de la patria, no te creo.

Me vendiste a Menem como el mejor presidente de la historia y ahora son culo y bombacha otra vez, no te creo.

Me vendiste a Moyano y ahora los dos se denuncian, no les creo

Me vendiste un modelo nuevo que era viejo y usado y la gente se sigue muriendo en los trenes, no te creo.

Y así, nudito a nudito, decenas de nuditos, cientos de nuditos, miles de nuditos que tocamos a tientas, a ciegas, como abalorios, como cuentas de un collar, como huellas de pasos perdidos que recuperamos, que desandamos y que nos sacan de las sombras del  laberinto cotidiano y nos regresan a la entrada, a algún comienzo, al lugar donde nos perdimos, a la infancia tal vez, a la palabra de nuestros honestos viejos, pasajeros también de ese tren en el que todos juntos, iniciamos el viaje a una vida que debía ser mejor que la que llevamos.

Porque, señores pasajeros, el hilito de la mentira sirve también para recordarnos, al final de las cuentas de nuditos, que nos han mentido mucho porque hemos aceptado mansamente que así fuera, pero también sirve para comprender que todo sigue estando ahí, a la mano, queda mucho hilo en el carretel y somos mejores, siempre somos o podemos ser mejores que la vida que estamos llevando si nos proponemos cambiar.

Si uno cambia, todo cambia.

Y sigo entregando, ya voy, ya voy, no se impaciente. Sigo entregando, directamente desde Grecia, «El hilo de la mentira»

Para los primeros pasajeros interesados  entrego también, a modo de promoción y sin costo adicional, la versión líquida del hilo. Con una gotita del producto, como les dije, se quitan las manchas de tanta mierda. El ácido crítico disuelve los textos confusos de intelectuales de ocasión, obliga a pensar por sí mismos a los que se atreven, y de paso  limpia y desinfecta de mensajes tóxicos, rellenos de palabras como patria, trabajadores, pueblo o revolución, los caños del cerebro y las conexiones pluviales de los oídos para que desague la inundación de televisión y  basura.

Quien más, quien más…sigo entregando, ya voy, ya voy…si quiere salir del laberinto, si de verdad está dispuesto a que, al menos, no le mientan más o a dejarle de creerle a los que tanto han mentido, este es su producto…

.Y si llaman ya a la radio, les cuento por el mismo precio el final de la historia de Teseo y Ariadna

Presentación

Este blog recoge los textos que «El oyente solitario» lee por la CNEI, –  Cadena Nacional de Emisores Indignados- , cada miércoles a las 13 horas en punto, por la frecuencia radial identificada como AM 1110, también llamada «laoncediez», desde su estudio central situado en algún lugar de la ciudad de Buenos Aires, Argentina.
Si esa voz áspera, urgente, necesitada, vulgar por momentos, no justificara por sí sola la navegación hasta aquí,  a modo de bonus, en un combo que no exige ningún esfuerzo o remuneracion extra, se añaden también algunos textos del periodista Carlos Ares.
Con el tiempo esperamos que los aportes de los lectores, la suma de apuntes y comentarios, permitan levantar una sólida torre de palabras ordenadas, cargadas de sentido y situadas entre puntos de vista diferentes.
Mientras tanto, como en toda construcción, comenzamos por el pozo y los cimientos.
Estamos tocando el fondo

Oyente Solitario- Carta a Cristina. Editorial de ¨Locas Pasiones¨ AM 1110

A partir de este momento, como todos los miércoles a las 13 hs por «laoncediez» radio de la ciudad, transmite la cadena nacional de emisores indignados.

Habla al país…

Pero no hoy. Hoy no…

Hoy…habla nadie. Un nadie. Uno de esos a los que se refieren en las pintadas callejeras. Seguro habrás leído esta: “Nadie se hace responsable, vote por nadie”

El oyente solitario, ese que nadie conoce, ha resuelto callar para dejarle su lugar al nadie que lo conoce. Y nadie, tímido como es para hablar, ha decidido escribir. Callar y escribir. Nadie necesitaba dirigirse casi personalmente a la jefa del Estado para hacer saber lo que piensa. Pero él ignorado nadie ha resuelto hacerlo, guardando las formas del respeto a su cargo y a su investidura.

Nada de mail, ni de tuiter, nadie le escribió una carta a la señora y la quiere enviar por este medio, expreso y certificada. Como en los viejos tiempos, cuando el remitente quería asegurarse la recepción por parte del destinatario.

Así es que, aquí va…

Señora presidente de la Nación

Doctora Cristina Fernández de Kirchner

De mi mayor consideración:

Soy Nadie, un ciudadano argentino, conocido – sólo por algunos amigos y familiares – que dispone hoy, gracias a la generosidad y la gentileza del “oyente solitario”, de un breve espacio en la radio pública de la Ciudad. “El breve espacio en el que no estás”, dice una canción de Pablo Milanés.

Como usted sabe a esta radio, patrimonio de los ciudadanos de Buenos Aires, en los años noventa le saquearon la frecuencia que tenía en el centro del dial para cedérsela al empresario Daniel Haddad y la condenaron a un extremo, el 1110, donde ya no pudo escucharse con la potencia y la claridad debida. La 710 inmediatamente se convirtió en la popular radio 10 y pagó con intereses el favor que le hizo el gobierno que entonces encabezaba Carlos Menem.

?Lo recuerda a Menem? Supongo que sí porque usted y su marido, Néstor Kirchner, lo consideraron en su momento como el mejor presidente de la historia.

Bueno, para terminar con esta breve introducción debo decirle que, lamentablemente, a pesar de las protestas, nadie defendió a la modesta radio de la Ciudad.

No la acuso de nada, señora, por favor, comprendo que en la acción política – como en cualquier actividad – uno no siempre dice y hace lo que quiere. Aunque, perdóneme que cite nuevamente al cantautor cubano Pablo Milanés, el dice en su tema » uno no siempre hace lo que quiere, pero tiene al menos el derecho de no hacer lo que no quiere».

Por otra parte, me imagino, usted y Néstor tendrían otras cosas más importantes de las que preocuparse. En esa época, a pesar de que Menem fue reelecto con más del 50% de los votos, ya se podían advertir las consecuencias que tendría la aplicación de aquél plan devastador que ustedes apoyaban, como amigos que eran del ministro Domingo Cavallo. Recuero que uno de sus secretarios actuales, Oscar Parrili, fue el miembro informante cuando  aprobaron la privatización de YPF.

Que curiosas las coincidencias. Menem reelecto gracias a lo que también llamaban «modelo».

Seguramente le sorprenderá mi memoria, tratándose de un Nadie. Pero, ¿sabe qué pasa?. Llevo mucho tiempo ya viviendo aquí y escuchando verdades que con los años se convierten en mentiras. Nadie, o sea yo, dice la verdad

En fin, no quiero hacer más larga la historia que todos conocemos.

Mi propósito era presentarme, decirle quien soy y antes que encargue la tarea a los servicios de inteligencia, le pido por favor que no gaste ni utilice más recursos del estado en un tipo que se considera a si mismo un «nadie», uno de esos a los que usted llama equivocados, o engañados por Clarin, o por vaya a saber quién. Por no ofenderme más: porque usted, en su desprecio a los nadies, nos ha llamado de todo.

Tranquila, señora, no se enoje, qué mal podría hacerle un nadie a usted.

El objetivo de máxima para un nadie en este país es que le permitan protestar cada tanto, decir lo que le pasa, callar y seguir. Seguir, andar, laburar  tratar de sobrevivir.

Escribirle una carta a usted gracias al espacio cedido por otro Nadie es un modesto lujo, una oportunidad única que todavía se me permite. En suma, un gustito, nada de un nadie. Me deja hablar un ratito, hace como que me escucha y a otra cosa.

Tenga en cuenta que no soy un economista, ni mucho menos. Tampoco un político. No tengo intenciones de competirle en cifras, ni en nada. Como podría un nadie competirle a usted que es una abogada tan exitosa y experta en todas las cuestiones del discurso y el maquillaje.

A esta altura se preguntará ? y para que te dirigís a mi entonces? ? para qué gastás letra y tiempo en hablarme si sabés que no te voy a escuchar?

La verdad es que no lo sé. Debo reconocerle que no lo sé. Pero algo en mí me lleva a intentarlo. Al menos como para dejar constancia ante mis hijos o mis amigos de que no pasé por la vida sin intentar cambiar algo.

Es por eso, no más.

Por otra parte, todo lo que tengo para decirle, usted ya lo sabe, señora.

?O no?

Ve, esa es la duda que me impulsa. Porque…como usted fue tan exitosa como abogada que pudo hacer una fortuna de casi 70 millones de pesos, tal vez, digo, tal vez hace rato que no viaja en tren. No digo ya en el Sarmiento. En cualquier línea. Y por ahí usted no sabe, o no le cuentan,  lo que es apretarse a la seis de la mañana en el Sarmiento. Claro, comprendo, usted no está ya para eso. Quizá no lo estuvo nunca porque hizo su fortuna tan jovencita y tan rápido. Aún así le agradezco que esté tan preocupada.

Por las dudas le recuerdo: el 22 de febrero murieron 51 personas aplastadas en la estación de Once. Gente, personas, padres, madres, hijos, que se levantaron a las seis de la mañana para ir a trabajar y a las ocho estaban muertos. ?Le contaron eso, comprende lo que fue eso para sus familiares, para todos?

Digo, no, porque no se le escuchó ni una palabra de consuelo en el momento y ni siquiera se le ocurrió obligar a renunciar a los funcionarios responsables. ? De vido todavía es ministro, no?

?Qué espera señora?

?Se da cuenta de lo que le quiero decir, señora?

Muchos de los nadies que estábamos en la calle el pasado 8 de noviembre, quizá sólo queríamos eso, al menos, que nos consolara, que se apiadara de nosotros.

Yo estuve ahí. No llevé carteles, ni bandera. Casi no abrí la boca. Apenas si alcé un poco la mano a una cámara por si usted estaba mirando. Era como decirle: ey, señora, aquí estamos los nadie. Yo y unos cuantos más. Los nadie. Los que no podemos discutirle a usted sobre nada, ni sobre historia, ni sobre economía ni política.

Los que apenas si llamamos la atención sobre lo evidente: que de los treinta años de democracia ustedes gobernaron más de veinte y que, me parece, no se vaya a ofender, todos sigue más o menos igual

Pero, a cambio, gente que habla en su nombre nos despreció después como si nosotros les hubiéramos arruinado una fiesta.

Ultraderecha, procesistas, fachos, clase alta. ¿A quién le decían, me preguntaba? Si Boudou no estaba en la marcha, ni Anibal Fernández, ni Manzano, ni Gerardo Martínez, que ese sí era informante de la dictadura, ni el coronel Berni…?a quién le decían eso los que hablaban en su nombre?

Digo ustedes porque Menem, Manzano, que ahora está con ustedes también, los Lezcano, Cavalieri, Pedraza, el que está en cana por el asesinato del pibe Ferreyra, Miceli, la de la bolsa, todos esos son peronistas como ustedes, ?no?

Era eso nomás. Decirle: señora. Mire que no cambio nada. En treinta años, de los cuales ustedes gobernaron veintipico, no cambió nada. No sé si usted se cree la que le relatan. Pero la verdad es que los que nada tenían, nada tienen. Y que los que más ganaban, ganan más todavía. Y si usted mira a su alrededor verá que los que trabajan con usted, sus jovencitos de La Campora, como el Recalde de Aerolíneas que cobra tres sueldos, la pasan bien y gastan por demás.

Yo, como le digo, sólo le cuento lo que veo porque ando en la calle desde hace muchos años. Usted dice que el modelo nos va a incluir a todos y uno dice: ojalá. Pero ya pasaron nueve años, señora, de la parte que le tocó a ustedes.

?le parece que falta mucho?

Ey, acá, mire para abajo señora, yo soy uno de esos que levanta la mano para hacerle saber que está en la calle, uno del millón, uno del montón.

Dicen que queremos dólares. le digo, señora, que si fuera por eso habría venido con una bandera con la imagen del compañero Néstor,  porque a él sí que le gustaban los dólares. ? Se acuerda cuando se compró 2 millones de dólares justo antes de que aumentara el precio? !Que visión para los negocios tenía el compañero Néstor, eh! Ese sí que sabía de economía.  Y usted después se los cambió a pesos. Diga que él ya no estaba, no sé si le hubiera gustado eso. Pero cuando se tiene tanto como ustedes, más de 70 millones, que importa si son pesos a dólares. Ya no hay que preocuparse por nada, ?no? Con tantos hoteles, y terrenos y departamentos en Puerto Madero, para comer no le va a faltar por unos añitos.

Y es ahí donde pienso, señora, si me permite, donde pienso, ya que ganaron tanto, que tuvieron tanta suerte como abogados exitosos que en apenas un par de años de profesión hicieron tanta guita, porque enseguida empezaron a trabajar en el Estado, como funcionarios públicos, o sea cobrando de la plata de los impuestos, ya que les fue tan bien, que no necesitan más, ni ustedes, ni sus hijos, ni sus nietos, digo entonces, si me permite señora, ? no sería el gran momento de cambiar, de tratar de ser lo que no han sido hasta ahora?

Usted ya está en la historia, va a figurar en los libros con foto y todo. y en you tube y en películas, en todos lado. y saldrá linda, emocionada, bien vestida, y tendrá busto, y estatua, y calles con su nombre. Usted ya tiene todo eso. Entonces, digo, que le cuesta abrirse, escuchar, recibir a la gente y preguntarles qué piensan. Si les fue bien con las ideas de los otros, como la de la asignación universal por hijo, porque no pedir más. Le quedan tres años como  para despedirse a lo grande.

Pero…Ahora mismo, a la vez que le digo esto, pienso también que si no escucha a los que saben, a los que la quieren, menos va a escuchar a los que salimos a la calle, a los nadie.

Y menos a un gil que se cree que porque un día lo dejan hablar en la radio de la ciudad, que ya la condenaron en la época de Menem, puede escribirle a usted que está tan ocupada hablando por la cadena nacional.

Tiene razón.

Perdone el atrevimiento.

No se va a repetir esto de dirigirme a usted como si yo fuera una persona, un ciudadano con derechos y usted mi empleada.

!qué gracioso, eso, no! El otro día escuché a otro nadie que decía eso. Que usted era nuestra empleada. Y…la verdad que tenía razón. ¿De dónde sale toda la guita que usted tiene y gasta? A ver si ma la creo, eh, señora y le digo: usted es mi empleada. Termine con eso de que nos da algo y que hay que agradecerle por eso. Los nadies no tenemos que pedirle ni agradecerle nada. Para eso le pagamos y muy bien, y durante muchos años, para que haga bien su trabajo.

?Se imagina usted empleada mía? me da mucha risa, perdone si me tiento porque me imagino el momento. Yo diciéndole a usted: Cristina, no mientás más con la inflación, no niegues los problemas, hacete cargo de lo que pasa. Barré y limpia el gabinete de ministros hay mucha basura bajo la alfombra y se contamina todo,  la gente se intoxica y muere. Muere gente Cristina, los años pasan y muere gente muerta o muerta en vida, porque entre una cosa y otra, entre Menem y los diez de ahora ya le comieron veinte años. Yo sé que vos no robás porque ya no necesitás más, pero fijate lo que pasa a tu alrededor, chorean y al otro lado de la cadena de corrupción muere gente, Cristina, muere gente.

Perdón, derrapé un poco.

Lo que pasa es que uno veces cree que esto de la democracia es verdad. Que la división de poderes existe, que la justicia funciona y que los ciudadanos somos los que verdaderamente tenemos el poder.

Los nadies no sabemos de qué poder hablan. Porque lo único que de verdad podemos es salir a la calle a protestar. Y cuando lo hacemos nos ningunean o nos dicen de todo.

En fin, fue por eso que me decidí a escribirle señora. Porque no creo que usted se haya enterado de lo que hace ese Boudou, o de lo que dice ese Anibal Fernández. Estoy seguro de que de saber lo que hacen y dicen desde hace tantos años usted los hubiera echado a patadas. Mire si a una Evita le tocaba un Aníbal Fernández, que humillara a la gente. Mamita. Evita lo sacaba a cachetazos. Usted, que tanto la ama a Evita y quiere parecerse a ella, seguro que no lo hace porque no se entera.

Claro, no puede estar en todo. Entre que hace la gimnasia de la mañana y tarda un tiempo en pintarse y arreglarse y habla por la cadena nacional o toma el avión, no puede saber en que anda cada uno.

Perdón, otra vez me salí del camino, ya termino.

Lo que pasa es que uno no tiene la oportunidad de escribirle a su presidenta todos los días. Y yo, modestamente, en este momento represento a millones de nadies. Usted me dirá; presentensé a elecciones y veremos qué pasa. Y ahí sí, señora, que viva, ahí si que me gana. ?Yo no tengo aparato ni guita para mantener punteros o subsidios. ?

Yo ahí ni me presento. Pero en la calle sí, eh, si usted quiere ver cuántos nadies somos en la calle, si usted no nos escucha, le prometo que cada vez seremos más para gritarle que si no mejora su comportamiento, su rendimiento y no cumple con su trabajo, la despediremos cuando termine su contrato.

Y sin indemnización ni jubilación de privilegio, porque ya cobró bastante y durante muchos años del Estado. Si no le gusta nos hace juicio a todos.

Espero que me lo haga a mí. Mejor que me lo haga.

Porque yo sí se lo voy a hacer a usted y a todos los que chorean en su nombre. Un juicio por el que espero que alguno, alguna vez, vaya en cana. Por los muertos de cada día, por los de Once, por Mariano Ferreyra, por los pibes de Cromagnon, por tanta gente que mataron durante tantos años

Ese día, cuando se dicte la sentencia, verá entonces como pintamos todas las paredes del país. Nuestra consigna será:

“Nadie cumple, vote a nadie”

 

Sin otro particular, aprovecho la oportunidad para decirle que los nadies no olvidamos ni perdonamos.